"En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra tí" Salmos 119:11
La verdad de Dios es un escudo que protege la mente y el corazón de nuestros hijos. No hay nada en la tierra que pueda defenderlos de sus propios corazones engañosos, como La Palabra de Dios bien sembrada en sus tiernos corazones.
Ellos necesitan una estructura de pensamiento, y eso es lo que hace La Palabra, crear en ellos "la mente de Cristo" 1 Cor. 2:16
Los niños necesitan a sus padres para guiarles en ese camino. Son los padres los grandes motivadores y guías del sistema de pensamiento de los niños.
Por eso, Dios manda a los padres a repetirles La Palabra y a meditar en ella en todo tiempo:
"y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes" Deuteronomio 6:7
Pero resulta importante destacar que aunque Deuteronomio 6:7 ordena a los padres repetir las palabras a sus hijos, previamente, estos debían hacer algo: tener las Palabras en su corazón:
"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón" Deuteronomio 6:6
En la propia experiencia de las madres que trabajan en los ministerios que llevan adelante este desafío, hemos experimentado cómo a medida en que la madre memoriza, retiene y medita en La Palabra de Dios, los hijos avanzan naturalmente en la experiencia de guardar los versículos en sus corazones.
Así que, el desafío es para dos generaciones. Porque Dios lo diseñó así: los padres transmiten La Palabra a sus hijos, y así se preserva la verdad en sus corazones.
Por eso, el versículo base es sobre una gente justa que guarda las verdades del Dios vivo y verdadero ¡Si puedes! Ten por seguro que DIos te ayudará ¿te animas?